lunes, 17 de diciembre de 2012

Salón rectangular.

No sólo los pisos pequeños tienen dificultades. Muchas veces, un salón grande nos puede traer más de un quebradero de cabeza. Primero por la distribución y segundo por cómo rellenar los huecos que nos quedan "demasiado" libres.

En este caso, el reto era de dificultad media. El problema estaba en que la forma que el salón adopta hacia el ventanal era rectangular pero de forma desigual. Este es el plano.


La idea es jugar con los puntos de luz. El hueco que queda puede parecer perfecto para instalar en él el comedor pero debemos tener cuidado a la hora de elegir mesa. Una muy grande nos va a quedar como "incrustada" en la pared y puede estropearnos el juego de luces. Si usáramos una mesa redonda estaríamos desaprovechando el potencial de la forma que nos ofrece el espacio. 

El mueble de la televisión ha de ir en la pared de la izquierda. Es más ancha y el hecho de que la puerta nos quede en  enfrente nos va a permitir aprovechar las formas. Decidí amueblar el proyecto de esta manera. 

Junto a la mesa del comedor coloqué dos estanterías para hacerlo más funcional. La situación de la puerta nos resulta un poco incómoda a la hora de distribuir el mobiliario puesto que tenemos que tener cuidado en no cerrarnos vías de paso. En este diseño, coloqué un mueble bar en la esquina inferior izquierda del mismo tono morado que el sofá y los complementos. Como esta opción no es asequible para todos los bolsillos, el mueble bar se puede convertir en un rincón de lectura que en mi opinión, siempre aporta calidez al Hogar.

Todavía no os he explicado qué significa esa línea que separa el salón del comedor. Es una idea que os explicaré más adelante en un DIY y que consiste, precisamente, en separar ambientes. En este caso utilicé cañas verdes de bambú y dos cristaleras. La luz fluye perfectamente y además, el toque natural aporta color y frescura. En este proyecto no voy a profundizar más en el separador porque en próximos posts os explicaré paso a paso cómo se hace.

Como os decía, debido a la forma rectangular de este salón, la luz juega un papel fundamental pero seremos nosotros quienes tendremos que manejarla. ¿Cómo? Con la pintura


Sí, lo sé, el color es horroroso. Es sólo para que apreciéis bien el contraste que quiero explicaros. Al pintar la pared de los ventanales de un color que contrasta, estamos dando profundidad a la estancia. Si todo el salón fuera del mismo color, daría sensación monótona y de ahogo. Fijaros en las líneas de la luz. Se proyectan justamente en la zona de estar. Si hubiéramos colocado el mueble del televisor en la pared donde está el sofá la luz se reflejaría en la tv (si no tenéis la suerte de tener una de LED) y no nos dejaría ver ninguna película los domingos en Antena3. (jeje)

Las sombras que se proyectan en la pared son perfectas para utilizar esa línea divisoria como foco. Si hubiéramos dejado la pared en color blanco, el salón hubiera quedado sombrío. Al pintarla de un color vivo estamos añadiendo la luz y la atención que le falta a ese rincón en concreto. 

Como las paredes que hay a cada lado de la zona del comedor son desiguales (si os fijáis en el plano una está más adelantada y es más ancha que la otra) lo mejor es pintar sólo una de ellas para que tengamos sensación de simetría. 

Como veis engañar al ojo es muy fácil y jugando con la pintura y con la luz, nada es lo que parece y si no me creéis, aquí os dejo la prueba para que veáis vosotros mismos la diferencia ;) 



Si tenéis alguna pregunta o sugerencia, no dudéis en participar !

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